1.- CONDICIONES DE VIDA Y DE
TRABAJO DEL PROLETARIADO EN BIZCAIA.
La clase obrera en Bizkaia surgió
de forma rápida como consecuencia del crecimiento de
la industrialización. Aproximadamente dos tercios de los trabajadores eran
inmigrantes. La mayor parte de ellos eran temporeros que venían en los meses de
paro estacional agrícola. Sus condiciones de vida y de trabajo fueron malas, lo
que condujo a su asociación en sindicatos que organizarán
las reivindicaciones de la clase obrera, como estallidos de violencia y huelgas,
algunas de carácter general.
Las condiciones de vida y
trabajo de las primeras generaciones de trabajadores fueron muy duras. A
jornadas de 12 horas o más durante 6 días a la semana, sin ninguna protección en caso de enfermedad,
accidente, desempleo o vejez, se unía la miseria de los
salarios y la falta de higiene de los barrios, carentes de cualquier comodidad.
Al estar las minas alejadas de
los núcleos de población, las empresas mineras construyeron barracones de
madera carentes del más mínimo
equipamiento higiénico en los se hacinaban los trabajadores. Fueron controladas
por los capataces de las empresas y exigen un pago elevado por su uso. Además, la
falta de expectativa de mejora de su condición, muy poco tiempo, el malestar
producido por tales condiciones provocó el movimiento obrero.
La alimentación también era
muy deficiente. Durante muchos años los mineros estuvieron obligados consumir
en las cantinas; los precios eran más
elevados que en Bilbao y los productos de muy baja calidad. La dieta básica se
componía de legumbres, pan, tocino, patatas y vino. Apenas consumían frutas,
verduras y lácteos. Todo esto provocaba gran número de
enfermedades.
2.- EL SOCIALISMO MARXISTA EN
EL PAÍS VSCO
Las primeras organizaciones
obreras en Bizkaia se organizan con ideología socialista con la llegada del
socialista Facundo Perezagua. Gracias a una intensa actividad propagandística,
en 1888 existían núcleos socialistas en Bilbao, Ortuella, Sestao y La Arboleda.
En 1890 se produjeron una
serie de acontecimientos importantes para la consolidación del movimiento
obrero en Bizkaia. Se celebró por primera vez la jornada reivindicativa del Iº de mayo en la que se celebraron mítines a los que acudieron
numerosos obreros, para pedir la jornada laboral de ocho horas y una legislación
obrera que protegiera los derechos de los trabajadores. A mediados de mes, tras
el despido de varios trabajadores que habían participado en el mitin, se inició
la primera gran huelga general minera, que se fue extendiendo. Los socialistas
estuvieron al frente de la huelga y exigieron:
- La reducción de
la jornada laboral a 10 horas.
- La supresión de los barracones empleados como vivienda.
- La eliminación de las cantinas obligatorias para los
obreros.
- Readmisión
de los obreros despedidos.
En Bizkaia se declaró el
estado de guerra. El general Loma, que mandaba las tropas, propició una reunión
entre mineros y empresarios para llegar a un acuerdo en el que algunas de las
peticiones obreras más importantes
fueron aceptadas:
- Los obreros podían
vivir donde más les conviniera.
- Desaparecían las cantinas y la explotación económica de
los capataces.
- La
jornada sería de 11 horas en verano y 9 en invierno.
El éxito de este acuerdo reforzó
el papel del socialismo en Bizkaia. En ese mismo año se celebró en Bilbao el II
Congreso del PSOE, reconociendo a Bizkaia como uno de los núcleos del
socialismo español.
En las elecciones de 1891
consiguiendo concejales en Bilbao y en La Arboleda. El crecimiento del
socialismo siguió a lo largo de toda la década.
Apareció el periódico «La Lucha de Clases», que se convirtió en un importante órgano de propaganda
obrera. Se editará en Bilbao hasta 1937.
El incumplimiento de los
acuerdos de 1890, hizo que se reanudaran las protestas. El 1 de mayo de 1896 se
celebró en el frontón de Gallarta un mitin socialista que acabó en tumultos y
asaltos a barracones y cantinas con el saldo de un minero muerto. En el
manifiesto se denunciaba la situación de los trabajadores describiendo la situación
que arrastraba desde 1890.
En el siglo XX y hasta la
primera guerra mundial continuó la expansión
de la industria y el crecimiento del proletariado con la consiguiente expansión de las organizaciones socialistas. En esos años se reprodujeron las
huelgas generales. El dirigente socialista Tomás Meabe dio
un fuerte impulso a la difusión de las ideas socialistas entre grupos de
intelectuales y artistas.
A partir de 1918 la dirección
del socialismo bizkaino recayó en Indalecio Prieto, que había iniciado su relación
con este movimiento en «La Lucha de Clases», donde se convirtió en articulista, director e incluso
propietario del mismo. Fue concejal de Ayuntamiento de Bilbao y diputado a
Cortes por Bizkaia.
3.- NACIONALISMO VASCO
Las razones que explican su
nacimiento, a finales del siglo XIX:
1.- La abolición de los Fueros que desencadenó diferentes movimientos
reivindicativos a favor de su reimplantación tanto entre la ideología carlistas
como entre la liberal.
2.- El impacto de la rápida
industrialización que transformó la sociedad vasca de un modelo agrícola-pastoril
en otro industrial-urbano, que se concretó en:
- La ruina del
campesinado que arrastraban una crisis económica durante todo el siglo XIX, que
vio agravada la situación por la abolición foral; tuvo que abandonar el campo
para trabajar en la industria.
- El desarrollo
de un proletariado muy numeroso entre el que radicaban las nuevas ideas
socialistas y anarquistas.
- Las
relaciones laborales entre patronos y trabajadores se ajustaban a la explotación
propia del capitalismo sin consideraciones de carácter humano.
- La pérdida de
signos de identidad propios de la sociedad rural vasca: la religiosidad, las
relaciones familiares, la lengua, las costumbres y tradiciones, con la llegada
de un gran número de trabajadores inmigrantes.
-La pérdida por parte de la nobleza rural
de poder político y social como consecuencia del empuje de la burguesía minera
e industrial.
El nacionalismo fue fundado por Sabino Arana, el primero
en formular una protesta nacionalista contra los cambios producidos en la vida
tradicional de Bizkaia tras la industrialización. Durante su estancia en
Barcelona entró en contacto con el nacionalismo catalán en formación. En 1892
publicó el libro «Bizkaia» por su
independencia. Cuatro glorias patrias. Al año siguiente inició su vida política
con la llamada «Discurso de Larrazabal». En ambos casos se formulaban las tesis básicas de su ideología:
- Defensa de la
sociedad tradicional. Fueros e integrismo religioso.
- Rechazo de la industrialización y de la emigración,
verdaderos causantes de la pérdida de los valores de la sociedad vasca.
- Necesidad
de independencia política para poder mantenerlos.
Este primer nacionalismo de carácter
intransigente y racista de reacción contra las gentes y los efectos de la industrialización
y en defensa de la religión católica, la raza, la lengua y las tradiciones
vascas, objetivos fundamentales de su ideario político, que se resumían en el
lema Jaungoikoa eta Lege Zarra.
En 1893 presenta sus ideas en el «Discurso de Larrazabal». Ese mismo año comenzó a editarse el primer periódico
nacionalista «Bizkaitarra».
En 1894, Sabino Arana creó la
primera sociedad política, el Euzkaldun
Batzokitja, el origen del PNV. Se constituyó como una sociedad recreativa,
pero de eminente carácter político. En ella se hizo por primera vez la ikurriña
diseñada por los hermanos Arana. Sus estatutos establecían condiciones muy
cerradas para los socios relacionadas todas ellas con el conocimiento y práctica
del euskara, la práctica de la religión católica y la pureza en el origen
étnico-racial. Sus miembros eran jóvenes de la pequeña burguesía urbana bilbaína
ligada a actividades preindustriales o mercantiles tradicionales, todos ellos
amenazados por el nuevo orden económico emergente. Fue clausurado en septiembre
de 1895 por el gobierno civil.
En 1895 nace el PNV, se
constituyó el Bizkai-Buru-Batzar. Los
objetivos se concretaban en:
- Anular la ley
abolitoria de los fueros
- Impedir la desaparición de la lengua, las tradiciones y
la cultura vasca
- Mantener la religión católica
- Lograr la
independencia de Bizkaia
Ese mismo año Sabino Arana fue
encarcelado a consecuencia de algunos de sus artículos y pasó varios meses en prisión.
En los primeros momentos el
nacionalismo buscó seguidores entre los grupos fueristas; consiguió adhesiones,
pero de poca importancia. Más adelante
mucho más significativa la incorporación de un grupo ya
constituido de liberales fueristas muy radicales representado en Bilbao por la Sociedad Euskalerria, a cuyo frente se
encontraba el empresario minero y armador Ramón de la Sota y Llano. Aportó al
nacionalismo nuevos militantes, sobre todo, influencia, prestigio social y
moderación política. Era un grupo de la burguesía industrial y financiera que
poseía dinero, poder, influencia social y un periódico «El
Euskalduna». A partir de ese momento el
nacionalismo suavizó sus críticas hacia la industrialización y mejoró sus relaciones con una parte de la burguesía industrial.
Este hecho mejoró sus expectativas y resultado electorales
consiguiendo buenos resultados en Bizkaia.
A partir de ese momento el
planteamiento de Sabino Arana fue sustituyendo la reivindicación de la
independencia por la aceptación de un regionalismo vasco dentro de la
estructura de la monarquía española.
Este giro “españolista”es patente en los escritos
de Arana de sus últimos años. Pese a ello, tanto a él como
su partido se enfrentó a dificultades: cárcel de Larrinaga como consecuencia
del telegrama enviado al presidente norteamericano Roosevelt felicitándole por
la victoria en Cuba sobre las tropas españolas y suspensión de los concejales
elegidos en Bilbao por supuesta “desobediencia al Alcalde”.
En 1903 murió Sabino Arana y
el PNV continuó su expansión que se convirtió en una de las corrientes políticas
fundamentales del País Vasco a comienzos de los años 30.
En 1911 y con el fin de
difundir las ideas nacionalistas entre la clase obrera y ofrecer una organización
sindical para los obreros nacionalistas vascos, surgió el sindicato STV, de
clara tendencia católica, aunque no sometido a la jerarquía eclesiástica como
el resto de los sindicatos católicos.
Su impulso se apoyó en la difusión
de sus ideas a través de la prensa. Se inicia la edición del diario «Euzkadi», órgano oficial del nacionalismo y, al año siguiente,
aparece «La Tarde», diario también de tendencia
nacionalista.
Entre 1915 y 1919 el
nacionalismo alcanzó grandes éxitos electorales e importantes cotas de poder. La
situación cambió en 1919 con dificultades electorales y reapertura del debate
interno entre las dos tendencias que desemboca en la escisión en 1921 en dos
partidos: CNV y PNV.
Tras el golpe de Estado y
posterior dictadura del general Primo de Rivera se suspendió la actividad de
los partidos políticos, que debieron refugiarse en la clandestinidad.
En 1930 tras el final de la
dictadura el PNV alcanza su forma definitiva, aunque ese mismo año se produjo
otra escisión, esta vez de los grupos más próximos
a las ideas republicanas y a los grupos obreros, y se fundó un nuevo partido: ANV.
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